El mundo está lleno de aventuras. Hay muchas personas que tienen que enfrentarse cada día a sus miedos e intentar superarlos.
La amaxofobia es el miedo a conducir, y en realidad es mucho más común de lo que piensas. Alrededor de ¼ de los conductores experimentan ansiedad al realizar dicha actividad. Aunque en la mayoría de los casos las que padecen esta fobia son mujeres, también son muchos los hombres que no se atreven a sentarse al volante.
Este miedo es un poco más complicado.
La amaxofobia se produce antes y durante la conducción, pero no se trata solo del miedo que provocan las dudas sobre uno mismo, sino también del miedo que provocan los demás usuarios de la vía.
La mente crea múltiples escenarios donde algo podría salir mal, y cuando esa posibilidad existe en la cabeza, se crea un miedo aterrador.
¿Qué o quién provoca el miedo a conducir?
Se dice que este miedo se produce tras ser víctima o autor de un accidente, pero no necesariamente es así. Hay muchos otros factores que conducen a este problema, como el simple hecho de que no te gusta conducir. En las ciudades, es normal que muchos prefieran utilizar el transporte público en lugar del coche privado. A la larga, esto hace que estos conductores teman al coche por la sospecha de que no saben conducirlo.
¿Pueden presentarse síntomas?
Por supuesto que sí, pueden ocurrir por ansiedad previa, algunas pueden ser emocionales y otras conductuales, como por ejemplo:
– Sudoración excesiva
– Problemas para respirar
– Dolor en el pecho
– Latidos cardíacos acelerados
Sentir que ha perdido el control de la situación, dejando de lado la experiencia o la habilidad para conducir, hasta el punto de sentirse incapaz de afrontar cualquier posible emergencia.
Un deseo incontrolable de escapar y estar en una zona de confort.
¿Cómo lo supero?
En la amaxofobia se contemplan tres niveles: pensamientos preconcebidos, técnicas para controlar las respuestas fisiológicas y el enfrentamiento gradual a la fobia.
El primer paso es tratar los pensamientos negativos o que te impiden tomar el volante, como un posible accidente, bocinazos, miedo a una rotonda o una cuesta, entre otros. ¿Qué te hace creer que no podrás resolver ninguno de estos problemas o posibles escenarios? Piensa detenidamente en cada una de las cosas que te preocupan y crean miedo potencial en tu cabeza.
Técnicas para controlar las respuestas fisiológicas
Lo que hay que hacer es trabajar técnicas de relajación para favorecer el control del coche durante la conducción. Esto se logra a través de un proceso de confianza y confianza.
Enfrentamiento gradual con la fobia
Finalmente, encontrar gradualmente el problema, como cuando empezaste a conducir. De esta forma, el miedo irá desapareciendo poco a poco, sin esfuerzo y con mucha paciencia. Enfrentando pequeños obstáculos y avanzando gradualmente hacia pasos más serios.