Al menos 973 civiles han muerto en el oeste de Siria en los últimos cuatro días, según el balance facilitado por el Observatorio sirio de Derechos Humanos. El desencadenante de la violencia del jueves pasado fue, supuestamente, un ataque de un grupo de partidarios del depuesto presidente Assad contra las fuerzas de seguridad cerca de la ciudad de Latakia, la zona donde se contabilizan la mayoría de las víctimas
Roberta Barbi – Ciudad del Vaticano
El balance de la violencia en el oeste de Siria, donde se han producido casi mil muertes de civiles desde el jueves pasado, sigue empeorando. La mayoría de ellos ciudadanos alauitas, grupo al que pertenece el depuesto presidente Bashar al Assad. Entre las víctimas – informa UNICEF – hay al menos trece niños, entre ellos un bebé de seis meses. Además de las víctimas y los heridos, la violencia ha provocado el desplazamiento de miles de familias y daños en infraestructuras básicas.
La postura del gobierno interino
El presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa, aún no ha facilitado un balance oficial de víctimas mortales, pero ha prometido que los responsables de la violencia contra la población civil en el oeste del país durante los últimos días rendirán cuentas, afirmando que se formará un comité para proteger la paz civil.
Dirigiéndose a la nación desde la Gran Mezquita de Damasco, Sharaa reiteró su deseo de mantener la unidad nacional y la paz civil en la medida de lo posible. Al Sharaa anunció la formación de una comisión nacional independiente para investigar la violencia.
Balance del Observatorio sirio de Derechos Humanos
El gobierno ni siquiera se ha atribuido hasta ahora la autoría de los actos de violencia, ocurridos principalmente en las zonas costeras de Latakia y Tartus, y en las zonas centrales de Hama y Homs. Según el Observatorio sirio de Derechos Humanos, los autores de las masacres han sido yihadistas progubernamentales, en muchos casos extranjeros – caucásicos, centroasiáticos, norteafricanos, egipcios, chinos – «que no distinguen entre alauíes y cristianos».
Entre las 973 víctimas civiles verificadas, de hecho – pero los muertos en total serían unos 1.300 – hay también algunos cristianos, como ha confirmado el Patriarca ortodoxo de Antioquía. Los hechos han sido condenados por la comunidad internacional.
Una delegación de la ONU estuvo ayer por primera vez acompañada por tropas gubernamentales en Jabla (Latakia), una de las ciudades alauitas más castigadas. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, hizo un llamamiento a la ONU y a las autoridades sirias para que procesen a los responsables.
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