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martes, diciembre 2, 2025
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La UE intensifica esfuerzos en múltiples frentes para consolidar la política de control del tabaco y la nicotina

Las instituciones europeas están aumentando sus esfuerzos para ampliar el control regulatorio sobre el tabaco y los productos de nicotina. Los acontecimientos en Bruselas y en la reunión COP11 de la Organización Mundial de la Salud muestran que la Unión Europea está preparada para utilizar todas las rutas disponibles para dar forma a sus políticas en todo el continente. La combinación de reforma fiscal, regulación de productos y participación en negociaciones globales refleja un enfoque que va mucho más allá de los marcos tradicionales de la UE.

Dentro de la Unión, dos iniciativas importantes están impulsando el debate actual. La revisión de la Directiva sobre impuestos especiales sobre el tabaco y la introducción del impuesto especial sobre el tabaco crudo aumentarían los tipos mínimos del impuesto especial sobre los cigarrillos y ampliarían nuevas obligaciones fiscales al tabaco calentado, los líquidos para vapear y las bolsas de nicotina. El tabaco crudo, que hasta ahora se ha regido en gran medida por normas nacionales, se incluiría en un sistema a nivel de la UE a través de TEDOR. Los gobiernos de Italia, Grecia, España y Polonia han manifestado su preocupación por el impacto en las regiones agrícolas y las pequeñas empresas involucradas en el procesamiento y la distribución. Varias capitales también han cuestionado si las reformas limitan la flexibilidad interna en la política fiscal, un área que históricamente ha permanecido bajo la autoridad nacional.

Esta agenda legislativa interna se ha desarrollado junto con un papel asertivo de la UE en las negociaciones internacionales. En la COP11 en Ginebra, que reunió a 160 partes del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, la delegación de la UE participó activamente en los debates sobre los productos emergentes de nicotina. Los funcionarios de la OMS y las ONG de apoyo promovieron restricciones de amplio alcance sobre los vaporizadores, el tabaco calentado y las bolsas de nicotina. Estas incluían propuestas relacionadas con sabores, requisitos de embalaje, normas medioambientales relativas a filtros y componentes de dispositivos y herramientas de responsabilidad ampliadas.

Un documento interno filtrado reveló más tarde que funcionarios de la UE habían alentado a la delegación a apoyar un lenguaje que promoviera prohibiciones o limitaciones estrictas sobre todos los nuevos productos de nicotina. El texto pedía restricciones a la fabricación, importación, venta, distribución y uso. Propuestas similares habían sido eliminadas del mandato oficial de la UE durante las discusiones preparatorias en Bruselas. Una vez que el documento circuló entre las delegaciones, varios estados miembros describieron la situación como una violación de procedimiento y cuestionaron si la Comisión y la presidencia danesa del Consejo de la UE estaban intentando asegurar resultados en Ginebra que carecían de consenso entre los gobiernos nacionales.

El incidente expuso las divisiones existentes dentro de la UE. Algunos gobiernos argumentaron a favor de mantener espacio para estrategias de reducción de daños, citando los resultados nacionales logrados a través de alternativas reguladas al tabaquismo. Con frecuencia se hizo referencia a la casi eliminación del hábito de fumar en Suecia mediante productos sin humo. Grecia y Chequia señalaron reducciones en el tabaquismo después de adoptar políticas que incorporaron productos de menor riesgo. Otros estados miembros apoyaron posiciones más restrictivas, señalando las preocupaciones sobre la aceptación por parte de los jóvenes y los riesgos ambientales asociados con los dispositivos desechables y los residuos de filtros.

A medida que avanzaba la semana, muchos de los elementos más ambiciosos de las propuestas de la COP11 fueron reducidos. Varias disposiciones fueron reformuladas como medidas voluntarias que los gobiernos pueden considerar en lugar de compromisos vinculantes en virtud de la convención. Se retiró una propuesta de prohibición de filtros. Las decisiones finales se centraron en los objetivos ambientales, la financiación de los programas de control del tabaco y los mecanismos de responsabilidad en virtud del Artículo 19, mientras que las propuestas regulatorias más amplias se pospusieron hasta la COP12 en 2027.

Incluso con estos cambios, el enfoque de la UE provocó un debate continuo. Los críticos argumentaron que la voluntad de la Comisión de apoyar un lenguaje restrictivo a nivel internacional, a pesar de las objeciones de varios estados miembros, subrayaba la disposición a buscar cambios regulatorios a través de foros externos cuando el progreso en Bruselas sea más difícil. Los observadores también notaron la influencia de las organizaciones de salud pública con sede en Bruselas que participan activamente tanto en la formulación de políticas de la UE como en las consultas de la OMS y reciben financiación de programas de la UE.

La próxima fase de la política europea sobre tabaco y nicotina estará determinada por la interacción entre la legislación nacional y los compromisos internacionales. A medida que continúa el trabajo sobre TED, TEDOR y las actualizaciones planificadas de las regulaciones de productos, los gobiernos necesitarán determinar cuánta autoridad debe recaer en las instituciones de la UE y cuánta flexibilidad debe permanecer a nivel nacional. La dirección de la política de la UE dependerá de si los Estados miembros refuerzan la tendencia hacia la centralización u optan por mantener un panorama regulatorio más diverso en toda la región.

Publicado originalmente en The European Times

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